Existen muchos sistemas de seguridad para tratar de detener a delincuentes e indeseables, hasta que llegue la policía. Pero la mayoría exigen el contacto físico, que siempre es peligroso. Cerberus es un inmovilizador de personas desarrollado en Japón que permite neutralizar la amenaza sin exponerse al peligro.

Japón es uno de los países con menor índice de delincuencia del mundo. Pero aún así también hay atracos, asaltos, o simplemente personas drogadas o borrachas, que se ponen violentas.

En estos casos lo lógico es llamar a la policía, pero hasta que lleguen hay unos tensos minutos de espera en donde puede pasar de todo.

Existen muchos artilugios y dispositivos para intentar frenar a un asaltante: pulverizadores irritantes, pistolas de descarga o que disparan cable que se enrolla en el cuerpo, etc. Pero la mayoría exigen acercarse hasta el agresor y sujetarlo, para que no se levante del suelo. Y eso puede ser peligroso.

Cerberus, el inmovilizador de personas

La empresa japonesa de seguridad Sano, ha ideado un inmovilizador de personas llamado Cerberus, cuya principal aportación es que se puede paralizar a una persona sin acercarse a ella.

Este inmovilizador es una barra de metal de metro y medio de largo, en cuyo extremo tiene una horca abierta, y una cinta de neopreno con unos ganchos de metal que se cierran automáticamente, cuando la cinta se separa.

La idea es que acerques la cinta al agresor, que se cerrará automáticamente alrededor del cuerpo del atacante, gracias a los potentes ganchos de metal. El neopreno es un material muy duro, y los ganchos y el velcro que sujetan la cinta, muy resistentes. No se puede soltar haciendo fuerza, tal como  se puede ver en el vídeo de apertura de la noticia.

Para que sea efectivo, el fabricante recomienda usar dos Cerberus. Uno al cuerpo, y otro a las piernas.

En realidad, como podemos ver en el vídeo, existen varios modelos diferentes. Uno lanza la cinta a distancia, otro tiene una cuerda para engancharse a la pierna, tirar de ella, y derribar a asaltante. Y una tercera variante, más pequeña, para quitar el posible cuchillo o arma de la mano del agresor.

Cerberus, el inmovilizador de personas, ya se está usando con éxito en bares y discotecas (el alcoholismo es un problema en Japón), empresas privadas, joyerías, bancos, policías locales, e incluso templos.