China como siempre nos lleva ventaja y ahora ha anunciado la puesta en marcha de una nueva plataforma estatal de transporte que incluirá servicios de viajes y vuelos, según han anunciado los medios de comunicación chinos con nombre Qiangguo Jiaotong, que se traduce literalmente como “El transporte del país fuerte”.
Y es que, razón no les falta ya que el país sigue ejerciendo un gran control mundial sobre la tecnología y el transporte innovador. Según informan, esta plataforma ya ha comenzado las pruebas internas y pronto lanzará su servicio de transporte compartido para el público.
La plataforma estatal se ha creado en respuesta a la “expansión desordenada y los problemas de seguridad de los datos” en el sector de los viajes en coche. También proporcionará servicios de viaje personalizados a empleados de empresas e instituciones estatales clave para “maximizar la protección de la seguridad de los datos de los usuarios y la privacidad personal”.
Nace con el objetivo también de opacar a Didi, el actual gigante chino de los viajes compartidos, que, según explican, recopilaban y hacían un uso ilegal de los datos personales, un delito que le llevó a una prohibición de 18 meses para dar de alta a nuevos usuarios, aunque recientemente se les ha levantado el veto, pese a que ayer por la noche su app oficial seguía sin funcionar.
Se espera que esta novedad, que ya ha consolidado los servicios de varias de empresas de viajes en coche, llegue a hacerse con más del 90 % del mercado de viajes en coche. El servicio se enlazará con WeChat, Alipay y Douyin (la versión china de TikTok), lo que facilitará a los pasajeros el pago de los trayectos como prefieran.
El Gobierno chino vuelve a tomar el control. Esta vez le toca al sector del transporte
Didi, que anteriormente controlaba casi el total del mercado chino de transporte por carretera, salió a bolsa en Nueva York en junio de 2021, a pesar de las advertencias de China de que “apresurarse” a cotizar podría dar a los reguladores estadounidenses acceso a datos nacionales sensibles.
Los reguladores chinos iniciaron una investigación sobre la empresa inmediatamente y retiraron sus 26 aplicaciones de las tiendas y bloquearon la captación de nuevos clientes.
Tras la exclusión de la bolsa, Didi recibió una multa de 8.000 millones de yuanes (casi 1.100 millones de euros) por infringir las leyes de seguridad de datos y protección de la información personal, y se le ordenó “rectificar” sus prácticas de recopilación de datos.
En el último año y medio, la empresa ha visto cómo los clientes se iban a sus rivales, y su cuota de mercado nacional ha caído del 90 % a menos del 70 %.
Con todo esto, la propia China se ha lanzado a crear su propia plataforma, que servirá de medio para que los empleados del Estado organicen viajes, así como otros viajeros, con la seguridad de que los datos los maneja el gobierno y no empresas privadas.
A todo esto hay que sumarle que en China, las nuevas empresas de conducción autónoma están también inmersas en una carrera por poner pasajeros en sus vehículos conducidos por máquinas. Cada pocas semanas llegan noticias de que otra gran empresa ha obtenido luz verde para lanzar un nuevo programa piloto o un servicio a pequeña escala.
Los progresos de los principales operadores de robotaxi de China como Baidu (y otras muchas empresas), llevan algún tiempo probando en el país vehículos con conductor (vehículos autónomos con conductores a bordo) y vehículos sin conductor, por lo que parece que China lleva una gran ventaja al resto del mundo en lo que a transporte e innovación se refiere.