En la actualidad, estamos rodeados de publicidad y anuncios en cada aspecto de nuestra vida cotidiana, desde la televisión y la radio, pasando por los periódicos y las redes sociales. La publicidad es una herramienta fundamental en nuestro engranaje capitalista.

Y es que esta se encarga de crear una necesidad en el consumidor para comprar determinados productos o servicios. Sin embargo, en muchas ocasiones, los anuncios publicitarios nos engañan utilizando diferentes técnicas que nos llevan a tomar decisiones equivocadas.

La publicidad, enfocada de forma positiva, es una forma efectiva de informar al público sobre productos y servicios nuevos, lo que les permite tomar decisiones informadas sobre lo que compran o necesitan.

Sin embargo, la publicidad también tiene su lado negativo. Y justo hoy vamos a hacer una lista con los tres principales puntos negativos de la publicidad, los tres pilares sobre los que se basa el engaño publicitario.

Cómo nos engañan los anuncios

Crean falsas necesidades

Uno de los principales trucos publicitarios es crear una necesidad en el consumidor para comprar determinados productos o servicios. Los anuncios utilizan técnicas persuasivas para hacernos creer que necesitamos productos o servicios que en realidad no son esenciales para nuestra vida.

Nos hacen sentir que necesitamos constantemente algo nuevo para estar a la moda, tener éxito o ser aceptados socialmente. La clásica jugada de Steve Jobs vendiéndonos la necesidad del iPhone hace ya 15 años. Ese día el CEO de Apple nos vendió que para poder vivir en sociedad necesitábamos un iPhone.

Además, muchas veces los anuncios crean una imagen idealizada de los productos, mostrándolos de una forma que no corresponde con la realidad. Por ejemplo, los anuncios de comida muestran la comida como si fuera perfecta y deliciosa, pero en realidad, la comida puede ser muy diferente a lo que se muestra en los anuncios.

Los anuncios de cosméticos y productos de cuidado personal muestran modelos con una piel y un cabello perfectos, lo que puede llevar a las personas a sentirse inseguras acerca de su apariencia. Sí, la publicidad puede llegar a ser peligrosa para la salud de las personas.

Otro ejemplo de cómo la publicidad crea falsas necesidades es a través de la moda. La moda cambia constantemente y los anuncios nos hacen sentir que necesitamos estar a la moda para ser aceptados socialmente. Sin embargo, esto es un truco publicitario para hacernos sentir que necesitamos comprar constantemente ropa nueva y estar al día con las últimas tendencias.

Utilizan imágenes engañosas

Otro truco publicitario que hemos tocado brevemente antes es el de utilizar imágenes y fotografías manipuladas para mostrar los productos de una manera más atractiva de lo que realmente son. Los anuncios utilizan modelos o actores que no representan la realidad, y utilizan técnicas de edición de imagen para mejorar la apariencia del producto.

Por ejemplo, los anuncios de cosméticos y productos de cuidado personal utilizan modelos con una piel y un cabello perfectos, pero en realidad, esto se debe a la edición de imagen y al uso de maquillaje en cantidades industriales.

Los anuncios de alimentos también utilizan técnicas de edición de imagen para mejorar la apariencia de la comida, como el uso de pegamento en lugar de leche para crear la espuma de un café. Y qué te vamos a contar de la clásica imagen de la hamburguesa de Burger King o McDonalds, que en foto es tremenda y en persona nos decepciona a todos.

Hacen afirmaciones falsas

Otro truco publicitario común es hacer afirmaciones falsas sobre los productos o servicios que se promocionan. Los anuncios pueden hacer afirmaciones exageradas o simplemente falsas para atraer a los consumidores a comprar el producto.

Por ejemplo, los anuncios de productos para bajar de peso pueden afirmar que el producto es efectivo para perder peso sin cambiar la dieta o el ejercicio, lo cual es falso. Estos anuncios se apoyan en vacíos legales para evitar demandas, por lo que no podemos creernos todo lo que nos prometan.

Es importante que los consumidores sean críticos con las afirmaciones que ven en los anuncios. Antes de comprar un producto, es importante investigar y asegurarse de que la información proporcionada en el anuncio es verdadera.

Por suerte, los gobiernos tienen leyes y regulaciones para proteger a los consumidores de afirmaciones falsas en los anuncios. En España, por ejemplo, existe la Ley General de Publicidad que establece que la publicidad no debe ser engañosa y que las afirmaciones en los anuncios deben estar respaldadas por la evidencia científica.

Como puedes comprobar, cuando vemos un anuncio -sobre todo si es por internet, donde la regulación es más complicada- debemos ir con pies de plomo y no creernos todo lo que nos vendan. Es trabajo de todos no caer en trampas y estafas. Y si algo no te huele bien en un anuncio, denuncia.