Buenas noticias para las personas a las que no les gusta hacer deporte ni ir al gimnasio. Un nuevo estudio revela que sólo tres o cuatro momentos de un minuto muy intenso durante las tareas cotidianas se asocian a una gran reducción del riesgo de muerte prematura, sobre todo por enfermedades cardiovasculares.

Desde estudios que demuestran que entrenamientos de tres segundos con pesas pueden aumentar la fuerza hasta otros que inciden en que sesiones de 10 minutos de ejercicio pueden combatir el estrés, parece que las sesiones cortas de ejercicio están ganando gran protagonismo, aunque no sabemos si para bien.

Pues bien, a todos estos se les suma uno nuevo que proviene de un estudio recientemente publicado  por científicos de la Universidad de Sídney, que se centra en lo que ellos denominan “actividad física vigorosa intermitente en el estilo de vida” (VILPA, por sus siglas en inglés).

La VILPA consiste en sesiones muy breves de actividad física intensa (de uno a dos minutos) que realizamos cada día, como correr para coger el autobús, caminar a toda velocidad mientras hacemos la compra, jugar con los niños o cualquier otra actividad estresante diaria que pone nuestro corazón a mil. Parece que ese agobio que viven muchos cada día, tiene sus resultados positivos para la salud.

Los grandes beneficios de la VILPA en la reducción de posibilidades de una muerte prematura

“Aumentar la intensidad de las actividades cotidianas no requiere dedicar tiempo, prepararse, pertenecer a un club ni tener habilidades especiales. Se trata simplemente de acelerar el ritmo al caminar o hacer las tareas domésticas con un poco más de energía”, afirma Emmanuel Stamatakis, autor principal del estudio.

En cuanto al estudio, y con el objetivo de extraer datos de los beneficios de la VILPA para la salud, los científicos utilizaron los datos de 25.000 personas que no hacían ejercicio ni deporte en su tiempo libre.

Los investigadores descubrieron que sólo tres o cuatro sesiones diarias de un minuto de VILPA se asocian a una reducción de hasta el 40 % de la mortalidad por cualquier problema físico y por cáncer, y de hasta el 49 % de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares (mucho más específico).

Por otro lado, también probaron a realizar 11 sesiones diarias de VILPA en estas personas y los resultados aumentan hasta el 65 % de reducción del riesgo de muerte cardiovascular y del 49 % del riesgo de cáncer, en comparación con la ausencia total de VILPA.

“Nuestro estudio demuestra que se pueden conseguir beneficios similares a los del entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) aumentando la intensidad de las actividades incidentales de la vida diaria, y cuantas más, mejor”, añade Stamatakis.

Los científicos también compararon los efectos de la VILPA con los de 62.000 personas que hacían ejercicio regularmente, y descubrieron que los resultados eran similares. Con todo esto, no implica que debas vivir estresado todo el día, pero sí alcanzar esas mínimas sesiones en tu casa, por ejemplo, dando saltos o realizando movimientos que impliquen una gran actividad en poco tiempo.