La tecnología OLED está presente en muchos de nuestros aparatos tecnológicos, y podría dar un salto al frente con este último avance.

Investigadores han creado una nueva pantalla OLED que es capaz de estirarse hasta más del doble de su longitud y manteniendo la emisión de luz e imagen clara.

En concreto han sido los investigadores de la Universidad de Chicago, quienes han modificado los enlaces químicos y la rigidez de los OLED actuales para crear una alternativa nueva y más estirable.

“Los materiales que se utilizan actualmente en estas pantallas OLED de última generación son muy frágiles; no tienen ninguna capacidad de estiramiento. Nuestro objetivo era crear algo que mantuviera la electroluminiscencia de OLED pero con polímeros estirable”, dice Sihong Wang, coautor del estudio.

Así que, usando predicciones computacionales para desarrollar sus nuevos polímeros OLED y probando prototipos, encontraron la clave en la fluorescencia retardada activada térmicamente (TADF).

Al incorporar alquilos en el polímero entre las unidades TADF lograron mejorar la suavidad y la flexibilidad, logrando que este nuevo OLED pueda estirarse más del doble de su longitud original sin interrumpir sus capacidades de emisión de luz.

“Hemos podido desarrollar modelos atómicos de los nuevos polímeros de interés y, con estos modelos, simulamos lo que sucede con estas moléculas cuando las tiras y tratas de doblarlas. Ahora que entendemos estas propiedades a nivel molecular, tenemos un marco para diseñar nuevos materiales donde se optimizan la flexibilidad y la luminiscencia”, añade Juan de Pablo, coautor del estudio.

Un descubrimiento para una amplia gama de usos

Este avance podría tener una amplia gama de aplicaciones en sensores de salud y electrónica portátil de nueva generación.

“Esta es la clase de material que necesita para finalmente poder desarrollar pantallas verdaderamente flexibles”, añade Pablo. “Este trabajo es realmente fundamental y espero que permita muchas tecnologías en las que ni siquiera hemos pensado todavía”.

Pretenden crear nuevas versiones pero integrando colores adicionales en la fluorescencia y mejorando el rendimiento y la eficiencia: “el objetivo es llegar eventualmente al mismo nivel de rendimiento que tienen las tecnologías comerciales existentes”, añade Wang.