La Alianza contra la Piratería Audiovisual (AAPA) y beIN Sports, que juntos tienen un interés clave en hacer frente a los proveedores piratas de IPTV por sus implicaciones en la retransmisión de partidos de forma ilegal, presentaron datos muy interesantes la pasada semana.

La AAPA se describió a sí misma como un grupo que “ejerce presión para mejorar la legislación antipiratería y su aplicación“, al tiempo que crea “asociaciones privadas y públicas para lograr una aplicación más eficiente y eficaz“. En resumen, luchan contra la piratería en todas sus formas.

Como explicaron en su reunión, el verdadero problema de este tipo de piratería, como la que afecta al mundo del futbol por IPTV, es que las notificaciones DMCA (en español Ley de Derechos de Autor de la Era Digital) deben enviarse a las direcciones de correo electrónico de estos proveedores de IPTV y tienden a quedar sin respuesta.

Las direcciones físicas registradas a nombre de las empresas son “falsas o, peor aún, apartados de correos“, dice la AAPA, lo que significa que identificar a quién pertenecen los servidores que alojan estos servicos puede ser difícil o incluso imposible.

El gran escollo de las empresas para parar la piratería futbolística

Desde el punto de vista de la aplicación de la ley, no es lo ideal. La AAPA informa de que, durante los seis primeros meses de la temporada futbolística, solo se dio curso al 10 % de las notificaciones DMCA enviadas a una empresa de alojamiento offshore.

“No existe una política de infractores reincidentes. Se ignoran las notificaciones y no se pueden emprender acciones legales porque nadie sabe dónde está esa empresa ni quiénes son sus propietarios“, dice la presentación de la AAPA.

Se desconoce si se podrá conseguir algo a corto plazo, pero al hacer su presentación y su “llamada a la acción” en el Foro para la Gobernanza de Internet, que funciona bajo mandato de las Naciones Unidas, las posibilidades aumentan considerablemente.

Por lo menos, el hecho de que un grupo antipiratería se adentre tanto en territorio “enemigo”, tratando de desbaratar la estructura de las IPTV en lugar de simples direcciones IP, añade una nueva dimensión a esta batalla en evolución.