Mismo diseño, mismos problemas

El Mac mini presenta un diseño minimalista en color plata, manteniendo la estética que ya tenía con los procesadores Intel y que le da un toque realmente refinado y elegante, encajando en cualquier entorno.

La conectividad es similar a la generación anterior, excepto si adquieres el chip M2 Pro, el cual tiene 4 puertos Thunderbolt 4 en lugar de dos como ocurre en los modelos y generaciones anteriores. Como íbamos diciendo, el diseño el mismo de la generación anterior, donde la mayoría de los analistas han destacado sus bondades, pero ninguno de ellos se ha percatado de un problema y que se mantiene que vamos a analizar a continuación.

El talón de Aquiles del Mac mini

El Mac mini es un equipo perfecto para trabajar con él, pero no es un equipo recomendable si necesitas escuchar música para elaborar tus proyectos de edición de vídeo o pistas en Logic Pro, ya que, cuando te pones a trabajar con el, emite un sonido muy enlatado y de poca calidad en comparación a cualquiera de sus productos. De hecho, suena peor que mi MacBook pro del 2017 y el Mac mini M1 tiene el mismo diseño que la generación actual.

Es cierto que tiene en su parte inferior una base de color negro que aumenta su espacio con respecto al suelo. Aun así, esta elevación no solventa el problema acústico de este equipo, sobretodo, porque está pensada más evitar que el Mac mini se desplace por la mesa de trabajo que para mejorar el sonido.

Una posible solución

El problema de este dispositivo se puede resolver de base, ya que el Mac mini es un equipo que no incluye monitor, ratón y teclado, por lo que se lo tienes que añadir para su funcionamiento. Si compras un buen monitor, puedes resolver el problema de audio, ajustando la salida del audio con el nuevo monitor y, por tanto, obteniendo una mayor calidad acústica.

La elección de un monitor externo depende del presupuesto que tengas y del uso que le vayas a dar, ya que no necesitas la misma calidad del panel ni de audio ni de panel, si vas a estar trabajando, editando vídeos, diseñando interfaces de usuarios, que preparando clase e informes.

Otra solución es usar altavoces externos como dos HomePod, ya sean los HomePod mini o los HomePod originales, e incluso otros altavoces de terceros para mejorar la calidad del audio y obtener un resultado acorde a un equipo de su nivel. A modo de conclusión, desde el equipo de redacción de La Manzana Mordida, no entendemos como Apple permite que un dispositivo tan interesante como el Mac mini, tenga un fallo de serie tan grave y que lo vaya perpetuando en el tiempo, independientemente de que necesites un monitor externo, ya que el Mac Studio también necesita un monitor y tiene una calidad de audio exquisita.