El eje de esta publicación es esta última cuestión, aunque de paso también resolveremos la incógnita sobre la factura de la luz. De esta forma, podrás utilizar tu cargador con total tranquilidad sin la mosca detrás de la oreja por culpa de falsas creencias que han circulado a lo largo de Internet.

Tu cargador no tiene problemas

Antes de indagar en el eje del artículo, merece la pena señalar el contexto cual en el que nos encontramos, donde los cargadores al igual que la telefonía móvil han experimentado un avance tecnológico bastante notable. Esto quiere decir que los que puedes comprar hoy en día gozan de ciertas certificaciones de calidad que los sitúan muy por encima que los de antaño debido a la eficiencia energética que muestran, así como los componentes que emplean.

Dicho esto, actualmente, todos los cargadores están pensados para no acumular práctica o literalmente nada de energía. De hecho, la gran mayoría dispone de mecanismos de seguridad para que no se caliente el adaptador ni durante la carga ni sin el teléfono conectado.

De todos modos, es importante mencionar que, siempre que sea posible, se debe hacer uso del cargador original del móvil. Principalmente, porque hay algunos modelos que no están certificados y en este caso el fabricante del terminal no se hace responsable de los daños que pueda ocasionar.

El motivo por el que ocurre esto es porque no han sido homologados ni se ha comprobado si cumplen unos estándares de calidad, por lo que podría existir peligro de incendio al cargar el smartphone debido a la mala calidad del cargador. Es por ello por lo que resulta recomendable utilizar el cargador original, uno homologado o que aconsejado por el fabricante.

El consumo eléctrico es ‘mínimo’

Hay muchos usuarios que acostumbran a retirar en todo momento el cargador del móvil del enchufe por miedo a una factura de la luz desproporcionada. Sin embargo, desde FACUA advierten que el consumo fantasma del cargador es muy pequeño y que depende también del modelo usado.

Tras echar un vistazo a los informes publicados por el Gobierno en 2018 podremos percatarnos de que los datos de consumo son casi inexistentes. Las pruebas demuestran que tener un cargador enchufado sin el teléfono conectado gasta una media de 0,0002 kWh. En resumidas cuentas, el consumo total anual alcanza los 1,168 KWh partiendo de la base de que el cargador permanece conectado 16 horas sin dispositivo.

Si bien es cierto que el cálculo individual es insignificante, pero merece la pena consultar los resultados a nivel global. Para ello nos hemos servido de la plataforma de análisis de datos Statista, la cual en 2021 aseguraba que hay cerca de 8 mil millones de móviles a lo largo del mundo. Si multiplicamos esta cifra por el consumo individual de 1,168 kWh nos da un resultado de algo más de 9 mil millones de kWh al año, lo que viene a ser un gasto de 1.000.000.000 de euros de manera aproximada.