El nuevo Samsung Galaxy S23 mantiene intacto el corazón y el diseño de sus hermanos mayores, por segundo año consecutivo, pero llega con ligeras diferencias de tamaño, batería y cámara que lo convierten en la mejor opción para quienes buscan un móvil pequeño, pero muy potente, de esta serie de la firma de Corea del Sur.
Entre sus características más importantes nos encontramos un procesador Snapdragon 8 Gen 2, nada de Exynos en esta ocasión y una triple cámara con un teleobjetivo de 10 megapíxeles y zoom óptico de 3 aumentos. También disfrutaremos de carga rápida y un sistema multimedia pensado para dar lo máximo en cualquier situación, sin que tengamos que sacrificar el tamaño del dispositivo.
El móvil luce unas dimensiones de 70,9 x 146,3 x 7.69 mm, por lo que es aún más ligero y pequeño que el modelo base del año pasado. En esta ocasión su peso se queda en apenas unos 168 gramos, siendo de los móviles más pequeños y ligeros que podemos comprar a día de hoy.
Quizá el mayor cambio a nivel de diseño lo encontramos en que, ahora, la cámara, ya no tiene un pequeño contorno que lo separe del cuerpo trasero, quedando todo mucho más unificado y pareciéndose en este sentido al modelo Ultra. Las lentes parecen emerger de la carcasa trasera.
De nuevo tenemos un panel Super AMOLED de 6,1 pulgadas que ofrece una resolución Full HD+ (2340 x 1080), como ya sucediera el año pasado con el Galaxy S22. La particularidad es que se estrena tecnología Super Smooth de 120Hz que permite trabajar en frecuencias de 48 a 120Hz. Bajo este panel está el mencionado procesador de Qualcomm, siendo de los primeros topes de gama de la firma en prescindir de los chips propios de la casa, y se acompaña de 8 y hasta 512 GB de memoria.
Funciona con Android 13, One UI 5.1 como sistema operativo, una batería de 3900 mAh con carga rápida de 25W y su cámara ha sido renovada casi por completo, sumando a las lentes una GPU optimizada, aproximadamente un 41% más rápida en comparación con la serie Galaxy S22, que permite hacer mejores fotos en todas las situaciones.
El smartphone se pone a la venta a partir de los 959 euros para la versión más básica de 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. Aunque, si lo compras en el periodo de reserva, podrás beneficiarte de jugosas promociones. También se pone a la venta con más opciones de almacenamiento, pero manteniendo la misma memoria RAM.
Galaxy S23 con 8 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento: 1209 euros.
Siendo uno de los primeros buques insignia que llegan a las tiendas en 2023, aún no tenemos muchas alternativas, pero sí que podemos compararlo con los nuevos topes de gama de Xiaomi y Apple.
Como suele ser habitual, tenemos dos modelos más grandes que llegan al mercado a un precio superior. Con respecto aumentan sus posibilidades, también lo hace lo que nos terminará costando a nuestro bolsillo.
El móvil más parecido al Samsung Galaxy S23 que repasamos en esta ficha técnica. Solo cambia en que es más grande, pues tiene una pantalla de 6,6 pulgadas de las mismas características y en que su batería es de 4.700 mAh, con carga de 45W. También es oportuno remarcar que se vende solo en versiones de 256 y 512 GB.
El auténtico rey de la gama alta de Samsung. Un teléfono que, como el Galaxy S23 pondrá fin a una de las prácticas más controvertidas de Samsung en los últimos años: la división de la serie de teléfonos en dos versiones, una con un procesador Snapdragon y otra con un chip Exynos. Llega con el Snapdragon 8 Gen 2 acompañado de 8 o 12 GB de RAM y un almacenamiento que puede alcanzar 1 TB, es decir, con memoria de sobra para lo que tú quieras.
Su batería es la más grande del trío de teléfonos, con una celda de 5000 mAh que también se carga por cable a 45 W. Es una pila mayor porque su pantalla es más grande y de mayor resolución, alcanzando los QHD+. Su tasa de refresco también va de los 1 a los 120 Hz y, eso sí, su peso crece hasta los 234 gramos.
Vuelve a ser compatible con el S-Pen de la marca, el cual se puede integrar en el cuerpo del equipo, pero su gran novedad está en su apartado fotográfico. La marca presume de que el teléfono ofrece el sistema de cámaras más avanzado de toda la familia Samsung Galaxy, adaptado a casi cualquier condición de iluminación y diseñado para ofrecer el mejor nivel de detalle. Aquí tenemos u gran sensor principal de 200 MP equipado con un sistema para multiplicar el ángulo de oscilación del estabilizador óptico de imagen (OIS) en todas las direcciones a la hora de grabar vídeos, consiguiendo clips de calidad cinematográfica.
Se complementa con un Ultra gran angular de 12 MP y el doble teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3 o 10 aumentos.
Una bestia en todos los sentidos.
Si somos de los que no nos manejamos bien con móviles grandes, Samsung sigue apostando por reservar su modelo base para aquellos que aman los teléfonos compactos, pero con grandes especificaciones. De hecho, es casi como tener un Plus en la mano, pero en tamaño reducido. Es un teléfono sobrado de potencia, con una muy buena pantalla, un diseño exquisito, aunque sin demasiados cambios, y un software pulido al detalle.
Su cámara no cambia tanto, aunque es cierto que obtenemos mejores resultados que en lo visto en la generación anterior, y se agradece que podamos comprar el teléfono con tantas versiones de almacenamiento.
Eso sí, aunque su batería de 3.900 mAh puede aguantar todo el día, dado el tamaño del teléfono y de las capacidades del procesador de Qualcomm, sigue teniendo una carga rápida excesivamente lenta de 25W, en comparación con lo que ofrecen otros teléfonos, más baratos, de la competencia.
Este modelo de reducidas dimensiones tiene mucho que decir, ya que nos encontrándonos ante la mayor referencia por parte de la firma coreana. Es cierto que el Galaxy S23 tiene alguna que otra sombra, pero, en general, es un muy buen teléfono que convencerá a cualquiera.
El diseño cambia este año así, pero poco. Se mantiene los perfiles rectos, la pantalla plana perforada, el USB TIPO C en el perfil inferior, los clásicos botones de volumen y bloqueo en el perfil derecho, etc… Lo único que cambia es que, como dijimos antes, las lentes salen del encapsulado metálico del S22 y ahora se disponen de forma individual, alineados verticalmente sobre la carcasa trasera. Si lo vemos por la parte de atrás, parece un S23 Ultra en miniatura. En cuanto a los nuevos colores, tenemos negro, crema, verde y morado.
El Samsung Galaxy S23 es el más pequeño de los 3 modelos y eso se nota en la mano. Presenta una pantalla de 6,1 pulgadas Dynamic AMOLED 2X Infinity-O, aunque la experiencia de usuario cambiará totalmente gracias a una tasa de refresco que puede llegar hasta 120 Hz. Esto nos hará disfrutar de una navegación y visualización de contenidos más fluida, que ajusta automáticamente la velocidad de fotogramas según el contenido que se está visualizando en cada momento, funcionando a 48 Hz como mínimo, o alcanzando los 120 como máximo.
Además, incluye una densidad de píxeles no es precisamente baja, por lo que vamos a conseguir una excelente nitidez cuando estemos utilizando el smartphone, especialmente cuando estemos leyendo textos o, incluso, al revisar las fotos que saquemos con su cámara. Y qué decir de su brillo, pues hemos comprobado cómo puede llegar a picos de hasta 1.750 nits (cuando el HDR está activo), por lo que podremos ver en todo momento el panel por mucho sol que haga.
Para reducir la fatiga ocular, el protector de la vista ajusta automáticamente el filtro de luz azul según la hora del día, el contenido que se esté viendo y la hora de acostarse. En la parte superior nos encontramos con una pequeña perforación en el que está la cámara frontal de 12 megapíxeles.
Sin duda alguna, es capaz de gestionar todo bastante bien y en cualquier momento, desde la tasa de frecuencia, hasta la intensidad de los colores y los gestos, para que sean más sensibles o menos. Por lo que estamos ante un Galaxy S23 que tiene una pantalla que se adapta a la perfección al uso de cada usuario.
El móvil vuelve a presumir de una triple lente con un sensor principal, un gran angular y un teleobjetivo. Al frente está el sensor de 50 megapíxeles, acompañado de un OIS. A este le sigue un ultra gran angular, en esta ocasión de 12 MP con un ángulo de visión clásico de 120 grados.
Por último, la tercera lente es un teleobjetivo de 10 megapíxeles que nos va a permitir trabajar con un zoom óptico 3X, y también tiene estabilizador OIS. Por lo que no estará nada mal cada vez que queramos ampliar la imagen. A ello le sumamos que la serie Galaxy S23 incorpora un enfoque automático más rápido y un modo Nigthography mejorado para evitar el ruido en las tomas nocturnas.
Y para mejorar el modo retrato, se ha añadido un sistema de IA avanzada, basada en objetos, que se encarga de analizar cada detalle del fotograma, incluso los rasgos faciales más escondidos del rostro, como el pelo y los ojos, para reflejar cuidadosamente los detalles de las personas de la forma más realista posible.
Mención especial merece su lente frontal, pues es la primera cámara selfie Super HDR, que pasa de 30 fps a 60 fps, para obtener mejores imágenes y vídeos frontales con su lente de 12 MP
La cámara para los autorretratos, que nos la encontramos en el pequeño agujero que vemos en el centro de la pantalla cuenta con 12 megapíxeles. Incluso, nos va a permitir grabar todo tipo de vídeos en 4K a 60 fps y luce una calidad asombrosa. Seguramente, la uses más para grabar clips que para hacer fotos, dada la asombrosa cantidad de detalle que puede capturar.
Ningún cambio en el Ultra gran angular respecto a lo visto el año pasado. Sigue adoleciendo de problemas a la hora de capturar escenas poco iluminadas cuando cae la luz, pero, por lo general, vamos a lograr fotografías muy satisfactorias con este sensor.
A la hora de hacer fotos por la noche entra en escena la tecnología Nightography, mejorada respecto a la generación anterior, que se encarga de optimizar las fotos y los vídeos que consigamos con la cámara del Samsung Galaxy S23, en una amplia gama de condiciones ambientales.
El temido ruido visual que suele estropear las imágenes con poca luz se corrige mediante un nuevo algoritmo de procesamiento de señales de imagen (ISP) basado en la IA que mejora los detalles y el tono de color de la fotografía.
Si seguimos viendo las características a la hora de grabar vídeos con su cámara trasera, veremos cómo nos permite grabar clips de vídeo en 8K. Además, nos deja hacer uso de la nueva función Snap 8K mejorada que permite captar imágenes nítidas de vídeo en esta resolución. Este año el gran cambio lo tenemos en un modo de vídeo 8K mejorado a 30 fotogramas por segundo con un ángulo más amplio que permite conseguir más detalles de cada escena
El teléfono móvil de Samsung se completa con una batería de 3.900 mAh con tecnología de carga rápida e inalámbrica, dejándonos con una celda de 200 mAh más que la vista en el S22. Se agradece, y con ella seguro que podemos superar las 11 horas de uso de pantalla que ya ofrecía el s22.
Por supuesto, para ello habrá que configurar al mínimo la tasa de refresco o utilizar apps básicas. No obstante, si hacemos un uso normal del Galaxy, para responder los WhatsApp, correos, navegar por la Red y contestar algunas llamadas, la batería será suficiente com para llegar al final del día con un pequeño porcentaje aún por gastar.
De nuevo, tenemos que lamentar que Samsung no dé el salto y siga anclado en una carga con potencia de 25 W que permite cargar el 50% de la celda en una media hora. Ciertamente, es más que suficiente, pero palidece al ver que otras marcas ya superan las 3 cifras a la hora de presentar tecnologías de carga.
Siguen presentes la carga inalámbrica y reversible, pero si quieres usar la primera necesitarás comprar el cargador por separado. Lo mismo que sucede con el adaptador de corriente por cable, el cual, al igual que el cable, se vende por separado.
En el corazón del smartphone tenemos el mismo procesador de sus hermanos mayores, un Snapdragon 8 Gen 2. Además, es un buen salto de calidad, además de que nos dará una mayor velocidad y rendimiento si lo comparamos con la anterior generación de la serie S que todavía trabajaba con procesadores Exynos que se quedaban por detrás, en términos de rendimiento, de los chipset de Qualcomm.
El poco rato que hemos podido probar el smartphone hemos comprobado que no tiene ningún tipo de lag o retraso cuando lo exprimimos al máximo. Por muchas apps que estemos utilizando a la vez o al ejecutar diferentes acciones propias del sistema operativo, la fluidez es bastante buena. Además, este smartphone cuenta con un módem 5G que le otorga esta conectividad al móvil con las nuevas redes SA y NSA.
En lo que respecta a la memoria, este Samsung viene con 8 GB de RAM y con un almacenamiento UFS 3.1 de 128, 256 o, la novedad de 2023, un modelo de hasta 512 GB. Una opción ideal para los que quieren espacio de sobra, pues recordamos que no trae bandeja para tarjetas SD.
Pocos peros se le pueden poner al smartphone en este aspecto, que además llega actualizado a Android 13 y tiene la promesa de la marca de llegar a ver hasta 4 actualizaciones más de sistema operativo, según su política de actualizaciones.
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