Los fundadores de Apple, Steve Wozniak y Steve Jobs, tuvieron un breve y muy ilegal negocio de fabricación y venta de equipos de pirateo telefónico antes de fundar Apple Computer en 1976. Si no sabes de qué estamos hablando sigue leyendo, ya que esta es la historia de la caja azul de Apple.

Diseñada por Steve Wozniak, la caja azul fue la primera colaboración entre los Lennon & McCartney de la era digital. La pareja vendió entre 40 (estimación de Wozniak) y 100 (estimación de Jobs) cajas azules a 170 dólares cada una antes de que casi les pillara la policía y cerraran el negocio.

Para Wozniak y Steve Jobs no fue un gran problema, ya que cada caja tardaba un día en construirse y, dado que el coste de los componentes representaba la mayor parte del precio, la relación riesgo/beneficio era muy desfavorable para el producto: las actividades altamente ilegales solo suelen sobrevivir si hay un retorno de la inversión espectacular que compense el riesgo.

Cuatro años más tarde, ambos crearon su segunda empresa juntos: Apple Computer, que hoy vale  unos 1.967 billones de dólares. Que se dice pronto.

¿Para qué servía la caja azul de los fundadores de Apple?

No es de extrañar que la caja azul de Steve Wozniak y Steve Jobs fuera innovadora y la primera herramienta de pirateo digital del mundo, ya que todos los aparatos de este tipo utilizados anteriormente por los piratas eran analógicos.

Los phreakers (hackers de los teléfonos) utilizaban estos aparatos para engañar al sistema telefónico, hacer llamadas gratuitas a cualquier parte del mundo, además de otras muchas prácticas altamente ilegales.

En una entrevista de 1995, Jobs dijo de la caja azul: “Estábamos tan fascinados por ellas que Woz y yo descubrimos cómo construir una. Construimos la mejor del mundo, la primera caja azul digital del mundo. Las regalábamos a nuestros amigos y las usábamos nosotros”.

“Experiencias como esa nos enseñaron el poder de las ideas. El poder de comprender que si puedes construir esta caja, puedes controlar cientos de miles de millones de dólares en todo el mundo, es algo poderoso. Si no hubiéramos fabricado cajas azules, no habría existido Apple“, explicó el genio.

Como las cajas azules eran muy ilegales y eran confiscadas y destruidas si las encontraban las autoridades, se sabe que quedan muy pocas. De ahí que en 2017, una caja azul completa se vendió en una subasta por 125.000 dólares. AY, si Steve Jobs levantase la cabeza.